En octubre de 2018 comenzó a ser obligatorio que los vehículos pasaran la prueba del OBD. Un avance que favorece a los conductores que pueden descubrir que su coche tiene fallos con la prueba de diagnosis de la ITV.

OBD es la abreviatura de On Board Diagnostics (Diagnóstico de a bordo); un sistema que verifica todos los sensores del vehículo y que ayuda a los talleres en el diagnóstico de averías. También comprueba el estado de todos los sensores involucrados en las emisiones, por ejemplo el sistema de inyección o la entrada de aire al motor.

Diagnostico:

La ventaja de este sistema de diagnosis es que, además del fallo, registra también las posibles causas. Para ello, el OBD asigna un código a cada fallo; este código explica dónde está el problema lleva y una solución.

Cada código mostrado por el sistema de diagnosis cuenta con cinco dígitos. El primero es una letra que indica dónde se encuentra el fallo, hay cuatro posibles ubicaciones: electrónica de motor y transmisión, carrocería, chasis o no definido. En cuanto a la función específica dónde se encuentra el fallo hay varias posibilidades:

-          Sistema electrónico completo

-          Control del aire y combustible

-          Sistema de encendido

-          Control emisión auxiliar

-          Control de velocidad y ralentí

-          ECU y entradas y salidas

-          Transmisión.