En muchas ocasiones habrá oído hablar de hacerle el paralelo al coche. Esta expresión tan popular se refiere al alineado de los neumáticos y es algo que debería realizarse con asiduidad para que el vehículo tenga un correcto mantenimiento. Los expertos aconsejan hacer esta operación con cada cambio de cubiertas, ya que se trata de algo que a la larga puede afectar al comportamiento del vehículo y al desgaste de algunos elementos.  

La operación debe ser realizada en centros especializados y con equipos adecuados, consiste en que todas las ruedas queden paralelas entre sí y con el eje de la carretera. Se suele realiza en un tiempo de entre 30 y 45 minutos, para hacerse se sube el coche a una plataforma y se instala en cada rueda una herramienta que realizará los ajustes necesarios en cada rueda según el ángulo que indique el ordenador.

Los coches nuevos salen con el paralelo hecho de fábrica. Durante los primeros kilómetros las ruedas seguirán en la posición inicial y el comportamiento será óptimo. Sin embargo, con el uso intensivo la alineación de los neumáticos se puede ir desajustando debido a los pequeños golpes que se reciben. El asfalto en mal estado, pasar badenes a una velocidad inadecuada o un impacto contra un bordillo pueden ser causas recurrentes para que se pierda esa alineación.

Esto puede hacer que el comportamiento del vehículo quede penalizado. Un síntoma podría ser la tendencia del coche a desviarse con el volante recto o un tacto diferente y aparición de vibraciones en la dirección. Del mismo modo, el desgaste de los neumáticos será más acusado o tendrá lugar de forma anormal. Eso a la larga afectará al bolsillo y también a la seguridad. Otra consecuencia será un consumo ligeramente superior.

Hay dos parámetros que denotan un problema de alineación de neumáticos. Por un lado están la convergencia y la divergencia, que sería cuando las ruedas se desvían hacia el exterior o hacia el interior del vehículo causando desgastes irregulares. Por el otro lado tenemos al ángulo de caída, que se refiere a cuando el neumático oscila hacia adentro o hacia afuera, una inclinación que también tiene consecuencias negativas.

La alineación de neumáticos no tiene que ser confundida con el equilibrado de ruedas, que es una operación que ayuda a evitar vibraciones y mejorar la calidad de rodadura.